Uno de los mayores “logros” del gobierno
español, de acuerdo con lo que pudimos escuchar la semana pasada en el debate
sobre el estado de la nación, fue una nada desdeñable reducción en el déficit
público, que cerraría el año 2.012 en torno al 7% del PIB. Sin embargo, ¿qué
tiene de real esa cifra?
Los datos publicados por la Comisión
Europea nos muestran un resultado bien distinto: la cifra de déficit se eleva
hasta el 10,2%. ¿De dónde salen esos más de 3 puntos de diferencia? Muy
sencillo, de una pequeña trampa contable: el gobierno no ha computado el
impacto del rescate financiero, tal y como aseguran desde Bruselas. La cifra
dada por el ejecutivo, no obstante, deberá ser estudiada por Eurostat, aunque
todo hace presagiar que el dato real se situará por encima del 7%.
De cualquier modo, aún descontando esos 3 puntos, España no ha cumplido con el objetivo de déficit fijado por Bruselas en el 6,3% del PIB. Cumplir con las metas marcadas por Europa era una de las mayores promesas del Partido Popular. Por descontado, hay que tener en cuenta que ese objetivo ha sido modificado en dos ocasiones; cuando llegó Rajoy a la Moncloa estaba en el 4,4%, y subir ese listón traía como condición un importante paquete de medidas: recortes, subida del IVA, supresión de una paga extra a funcionarios…
Ahora que seguimos a la deriva y se confirma ese desvío en el camino marcado hacia la consolidación fiscal, cabe preguntarse: ¿habrá más ajustes durante el año 2.013? De momento nos encontramos con el silencio por respuesta.
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